#233 PRANK #3

AVISO PREVIO: Esta es la saga Prank, en inglés significa "travesura" pero en este caso quiero darle un sentido nuevo. Una travesura no siempre tiene un final feliz, pues los niños se parten piernas o brazos cuando juegan ¿no creen? En fin, creo que llegados a este punto debería avisar que aunque no todas las historias sean especialmente largas o terroríficas, algunas cosas que salgan de mi mente pueden no ser siempre agradables.



SONIDOS MIENTRAS SUEÑAS

Mientras trataba de dormir escuché pasos.
Luego un golpe en la cocina.
Entonces se abrió la puerta, cerré los ojos.

Aquella noche me había costado dormir debido al viaje. La casa era solitaria y sombría, hacía frío por las noches y mucho calor durante el día. Había llamado un par de veces a mi madre para decirle que todo estaba bien. Entonces hice una tercera llamada, justo cuando me iba a dormir.

-Mamá, creo que hay ratones en la casa.
-¿Por qué lo dices hija? ¿Hay algún cable suelto o muebles roídos?
-De hecho no, pero escucho ruiditos en la cocina y en el patio trasero. ¿Y si es un ladrón? Aunque he cerrado todas las puertas con llave y las ventanas están bien aseguradas...
-No lo creo hija, pero ten cuidado de todas maneras. Mañana llamaré a un pesticida para revisar lo de los ratones, no te preocupes, intenta descansar.
-Hmm... ok...

Colgué el teléfono y me envolví bien en la sábana, es bastante gracioso como podemos sentirnos seguros con tan sólo taparnos bien en la cama, con un hueco para respirar y otro para ver si hay peligros al acecho. Justo cuando quise volver a conciliar el sueño sonaron de nuevo esos ruiditos. Pasos muy cortos, movimiento de platos. Me di la vuelta intentando cambiar esa sensación que empezaba a subir por mi espalda. Entonces vi cómo se abría la puerta. Cerré los ojos y entonces me quedé dormida.

Soñé que alguien gritaba. Era un lamento muy triste. Entonces un parpadeo. Me desperté con un sobresalto al ver de repente un rostro frente a mis ojos. Ya era de día.

El pesticida registró la casa pero negó totalmente la existencia de ninguna plaga de roedores o insectos. En parte fue un alivio pero entonces vino a mi mente mi sueño de la noche anterior. No pasó nada más durante el día, pero temía la llegada del crepúsculo...

Efectivamente cuando me dispuse a acostarme comenzaron los ruidos. Harta del miedo que me recorría la espalda decidí levantarme. Con sigilo y mi lámpara de noche a modo de arma contundente me acerqué sin encender las luces hacia el foco del sonido. La casa volvió a quedar en silencio.

Me asomé hacia la cocina vacía, fui entonces hacia el recibidor. Lo que vi me dejó aterrada. Una figura semi deforme miraba hacia la puerta. No era una persona propiamente dicho, era más como una sombra... Justo cuando iba a echarme atrás para volver a mi habitación volteó a verme, su rostro me dejó paralizada por unos momentos y en cuanto noté que se acercaba a mi pude salir corriendo. Me metí en mi cuarto y eché el pestillo, me metí a mi cama y me tapé con la sábana. Cerré los ojos con fuerza, pero no pude dormir. Sentí cómo se abría la puerta.

No entiendo porqué pero ahora miro hacia la puerta de mi casa. No se cuánto tiempo llevo mirándola. Solo sé que quiero salir de esta casa. Pero resulta que tampoco estoy dentro. Ayer se llevaron mi cuerpo en una caja de madera. Ahora espero que alguien tome mi lugar frente a la puerta. Solo debe venir a buscarme y ver mi rostro...

Cuando abrí los ojos no había nadie en la habitación.
Ni siquiera yo.

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