#180 ENTREGA DE PREMIOS #1

"La expectación puede causar estragos"

¡¡¡CHAN CHAN CHAAAAAAAAN!!!¡¡¡POR FIN LLEGA LA PRIMERA ENTREGA DE PREMIOS!!! Y HE DE DISCULPARME POR NO HABERLO HECHO ANTES, CIERTAS PERSONITAS SE HAN PRESENTADO EN MI CASA Y NO ME HAN DEJADO PARAR MUAHAHAHA(?) Además de que he salido a un coso y ejem... he perdido mucho el tiempo y soy una mal hecha(???). Gomen.

PERO ¡SIN MÁS MIRAMIENTOS VOY A DECIR EL NOMBRE DE LA PERSONITA QUE HA GANADO!

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VALDRED DETHSTORM

¡¡Muchas felicidades!! No se si te lo esperabas teniendo en cuenta que intenté darte pistas falsas para que me ayudases con la historia muahahahaha (que por cierto al final ha quedado como intro, quiero explicartelo mejor si te apareces por el skype más tarde) laskdhfaksdhf. Realmente me causó impresión su personaje. Muchas gracias a Tsuna y Ryoku por participar, de verdad, aunque sólo fuesen tres las personitas lo cierto es que estuvo bastante peleado porque todas las historias me parecían geniales. Pero todo hay que admitirlo los personajes de Dethstorm han sido muy originales. Aquí se los presento.

MEI-MEI, LEI-LEI, LING-LING.

Edad: Desconocida.

Altura: Variable.

Peso: no pesan.

Raza: Son seres etéreos, manifestaciones de la luz y la oscuridad.

Historia:
Durante el periodo Kamakura, una época de dominio militar en el Japón Antiguo (en la que el país era regido por un Shogun), había una aldea samurái cuyo estilo de vida era duro e inclemente. La aldea se llamaba Kage, y ahí no había lugar para los débiles.
Orochi, el jefe del clan Kokuja, ejercía su autoridad sobre la aldea. Él se encargaba de evaluar a cada recién nacido. Si estos llegaban al mundo con malformaciones o eran frágiles o prematuros, había dos destinos posibles: se les decapitaba de un solo tajo con una katana o se les arrojaba a la grieta de las almas. Dicho lugar quedaba a un día de viaje de la aldea y en su interior solo había oscuridad. Una oscuridad tan profunda que ninguna luz la ahuyentaba y tan honda que nunca se escuchaba que los bebés que arrojaban dentro tocaran fondo.
Mei-Mei y Lei-Lei nacieron en secreto en una humilde casa sobre una colina, lejos de la aldea Kage, pues su madre temía que Orochi no considerara que su recién nacido mereciera vivir. Grande fue su horror cuando la comadrona le ayudó a dar a luz a una niña siamesa, unida a su hermana por la espalda. Y lo peor: una de ellas estaba de cabeza.
No podía volver a la aldea con su hija. No la aceptarían, y no podía condenar a sus hijas a morir. Tanto era su pesar que no se dio cuenta de cuando la comadrona huyó, y apenas un par de horas después, regresó con Orochi.
El samurái estaba furioso. Desprendió a Akahana de sus hijas, quienes lloraban y pataleaban, y ordenó que la castigaran por su traición. Un par de guerreros bajo el mando de Orochi arrastraron fuera a Akahana y le cortaron ambos brazos y las piernas también con certeros tajos de sus katanas. Luego, patearon el cuerpo mutilado y sollozante colina abajo.
Orochi mismo emprendió un viaje a caballo hasta la grieta de las almas, llevando a Mei-Mei y a Lei-Lei dentro de un saco amarrado a su corcel. La grieta era una abertura ancha en un páramo donde nada crecía y ni siquiera el viento se atrevía a soplar. Sin pensarlo dos veces arrojó el saco al vacío, y emprendió el camino de vuelta a Kage.
Esa noche, no brilló la luna. Las estrellas tampoco salieron. La oscuridad era absoluta, y los habitantes de Kage lo consideraron un mal presagio. Orochi mandó a encerrar a los aldeanos que empezaron a armar alboroto, pero él mismo tuvo que reconocer que había algo extraño en el ambiente. Ni siquiera los grillos emitían su irritante canto usual.
Llegado el momento de dormir, ya pasada la medianoche, el samurái extinguió la única luz que iluminaba su morada…y fue entonces que escuchó un ruido. No sonaba a nada familiar. A nada que hubiera escuchado antes en sus cuarenta y cinco años de vida. De cualquier forma, no tuvo mucho tiempo de preguntarse que diablos podría haber producido un sonido como ese.
A sus pies se abrió un agujero pequeño, apenas del tamaño suficiente como para que un diminuto ratoncito pasara. Pero fue aumentando de tamaño a un ritmo alarmante, hasta que adoptó la apariencia de una horrible abertura que recordaba a una herida abierta. De su interior provenía el ruido que había escuchado antes. Entonces lo reconoció…
..algo escalaba. Algo estaba subiendo desde el fondo de ese agujero sobrenatural.
Orochi nunca había sido un hombre supersticioso, por lo que su primera reacción fue pensar que estaba soñando. Que no era más que una estúpida pesadilla. Quizás hasta se estaba haciendo suave, por tener pensamientos acerca de lo que había hecho esa tarde.
Pero no. Eso estaba sucediendo realmente. Y aquello seguía escalando…
Escalando. Escalando.
Rasguñando. Rasguñando.
El samurái fue por su katana, sacándola de su funda con la rapidez de un rayo. Pero las manos le temblaban. El sudor resbalaba por sus manos. Y aquello escalaba. Cada vez más rápido.
Escalaba. Escalaba. Y rasguñaba.
Entonces aquello que escalaba salió del agujero. Era una figura sombría. No, era una sombra. Una sombra directamente salida del infierno. Sus ojos brillaban como si tuvieran un fuego interior, y su sonrisa tenía la ternura de una niña pequeña. Pero había algo en su pose…algo que recordaba a un depredador. Cuando una oveja mira a un lobo, aún si nunca en la vida se ha topado con uno, sabe que ese animal es peligroso. Y que la puede destazar en un abrir y cerrar de ojos.
Lo mismo sentía Orochi.
La sombra portaba la armadura de un samurái. De su cinto colgaba el cráneo de un dragón, y a sus espaldas se hallaba otra silueta, pero esta irradiaba luz blanca, con tal intensidad que mirarla lastimaba los ojos. Supo quienes eran. Y tuvo miedo. Porque eso no podía suceder. Porque aquello no podía ser real. Porque…
Mei-Mei, la sombra oscura, se desplazó por el suelo a una velocidad asombrosa, andando sobre los pies y las palmas de las manos, como si fuera una fiera salvaje, pero moviéndose igual que una araña. A sus espaldas, Lei-Lei se movía del mismo modo.
Orochi no pudo gritar. No pudo correr. No pudo hacer nada más que quedarse pasmado y orinarse encima un segundo antes de que la criatura lo derribara de un salto y luego lo atrapara en un mortal abrazo. No eran ahora las niñas siamesas, sino un dragón largo como una serpiente, recubierto de escamas afiladas y dotado de alargados cuernos y afilados colmillos. Era una sombra, pero también era luz. Y lo apretaba. Lo apretaba. Lo apretaba.
Sus huesos crujieron. Y se partieron. Y sus órganos fueron comprimidos. Y después la presión los hizo explotar. Y el dragón siguió aplastando y aplastando, haciendo que la cabeza de su presa se hinchara como un globo, al punto en que sus ojos parecían estar a punto de escaparse de sus órbitas y en que su grito de terror se hubo convertido en un miserable gemido y en que sus estertores desesperados finalmente cesaron.
Los hombres fieles a Orochi no corrieron mejor suerte. Sus amantes tampoco. Esa misma madrugada Mei-Mei y Lei-Lei los visitaron a todos. Y no les dieron una muerte rápida. Los aplastaron o los mutilaron como los guerreros de Orochi hicieron con su madre. O los redujeron a cenizas de una llamarada.
Los demás habitantes de Kage fueron perdonados. Y Mei-Mei y Lei-Lei se convirtieron en sus protectoras, pues no derramaban la sangre de los inocentes.
En sus últimos momentos, Akahana había maldecido a Orochi. Y rezó a Goryo, el oscuro y vengativo dios dragón que habitaba en la ciudad de los muertos. En el fondo de la grieta de las almas. Juró que le entregaría a sus hijas y que ellas le servirían fielmente si él permitía que vivieran y castigaba a Orochi. Y Goryo escuchó. Y se arrastró entre los miles de huesos y cadáveres que cubrían el fondo de la grieta de las almas, y acogió entre sus garras a Mei-Mei y a Lei-Lei.
Y las envió de vuelta como guerreras, como dos seres que eran uno a la vez, porque las sombras no pueden existir sin la luz. Y ahora servirían por siempre a su nuevo dios y padre.
Aún si Goryo atendió al último deseo de venganza de una mujer moribunda y sus “pequeñas” hubieran liberado a Kage de la tiranía de Orochi, sus propósitos y deseos no siempre iban a ser tan buenos…
¿Habría sido mejor que ellas murieran?

Descripción física:
Al ser sombras, pueden adoptar el tamaño y la forma que deseen. Introducirse en cualquier cerradura o bajo toda rendija. Y moverse en todo tipo de ambiente. Sin embargo, casi siempre se verán como ellas habrían sido si hubieran alcanzado la edad adulta, si bien sus rostros conservan inquietantes rasgos infantiles. Sus armaduras de samurái tienen grabado en el peto el kanji de “dragón”.

Debilidades: 
Aún con su gran agilidad y capacidad para alterar su apariencia y tamaño, no son invencibles. Son vulnerables como todo ser vivo, y pueden sufrir heridas y recibir golpes. Si pierden una extremidad o cualquier otra parte de su cuerpo, les dolerá y tardarán en regenerarse. La luz intensa les aturde, aún si Lei-Lei misma está hecha de luz. No pueden usar otras armas que no sean sus katanas o sus propios cuerpos, pues son incapaces de “fabricar” objetos sombríos u ocupar instrumentos humanos. Eso significa que si enfrentaran a alguien del siglo XXI, no podrían hurtarle una pistola, por ejemplo, sus manos simplemente atravesarían el arma de fuego. Pese a todo, no pueden morir, pues la única forma de matarlas es matando a Goryo mismo. Es posible incapacitarlas si se les cortan suficientes partes. Le tienen pánico al fuego. No pueden dividirse, sus cuerpos estarán perpetuamente unidos.

Descripción psicológica:
Mei-Mei- Al ser el lado de oscuridad, su personalidad es la más perversa de las dos hermanas. Es inclemente con sus enemigos, y ocasionalmente hallará modos creativos de deshacerse de ellos, como bañarlos en miel y posteriormente arrojarlos a las abejas. Sin embargo, tiene un lado protector y amable que sale a relucir en ocasiones. Le gusta ver que hagan muñecas y desearía poder tener una, cosa que es imposible porque todo material humano se le resbala de las manos o simplemente pasa a través de ella. Mantiene un semblante pensativo cuando está tranquila, aún si realmente no tiene nada en la mente. No entiende los chistes pervertidos y las bromas de doble sentido, pero no es tan inocente como Lei-Lei. Le gusta comer corazones humanos con distintos condimentos.
Lei-Lei- Es el lado de luz, y por lo tanto el más dulce. Posee una gran inocencia, y si le dices que hay una olla llena de oro al final del arcoiris, irá a buscarla, muy al pesar de su hermana. No obstante, esto no quiere decir que sea idiota (aún si a veces lo aparenta). Adora dormir, y lo hará siempre que no tenga algo con lo que ocuparse. Su actitud es muy distinta cuando tiene una misión: en tales circunstancias adopta una seriedad que contrasta con su amistosa forma de ser. Al igual que su hermana, es del todo devota y leal al oscuro dios dragón al que sirven. Adora comer bolitas de arroz.
Ling-Ling- Es la sombra de un gato que acompaña a Lei-Lei, actuando como su compañero de juegos y mascota. No se despega de ella en momento alguno. Por lo general pasa el tiempo acurrucado sobre su kabuto. No hace ruidos y no le gusta interactuar con otros seres vivos, a no ser que tenga que servir como distracción. Expresa sus emociones con la cola.

Habilidades:
Ling-Ling:
Ling-Ling es la mascota de Lei-Lei. No se sabe su origen (pudo haber sido tanto un obsequio de Goryo, como el alma de un gato que alcanzó a colarse junto a ellas en el momento de ser enviadas de vuelta al mundo humano), pero siempre acompaña a su ama. Tiene la apariencia de un felino, si bien sus orejas a veces recuerdan la forma de cuernos demoniacos. Es utilizado principalmente para distraer a los oponentes, pues no posee la fuerza suficiente como para combatir.

Dragón:
Herencia de Goryo. Permite que Mei-Mei y Lei-Lei se fusionen y adopten la forma de un dragón que es luz y oscuridad a la vez. En este estado, recurren a su gran fuerza física y capacidad para lanzar fuego, así como para morder con ayuda de sus afilados colmillos. Las desventajas que esta habilidad posee es que no pueden alterar su tamaño (lo que significa que no pueden entrar por aberturas muy chicas mientras tengan esta forma) y son más vulnerables en este estado, ya que se han convertido en un solo blanco en lugar de dos (siendo que como Mei-Mei y Lei-Lei pueden intercambiar lugares y luchar al mismo tiempo, aún si una de ellas estará siempre de cabeza).

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Este es el dibujo que mandó:
Si es que son adorables asldhf

Así que por el poder que me ha sido otorgado entrego estos (muymaldados) premios que a posteriori prometo y recontraprometo entregar terminados (maldigo al tiempo y a su poca duración).

Ambos dibujos, el del personaje en sí y luego el del personaje con mi personaje a elección
No se porqué la otra imagen sale solo en vertical, no hay manera alsdhsadf espero que al menos se entienda

Y aquí la historia, que de hecho es algo así más bien como una introducción, puesto que he pensado que tal vez te gustaría rolear alguna vez lo que sería la parte de las siamesas y la ninja en el escenario (porque para eso era un concurso de rol, muahahaha) Espero te guste, aunque haya estado hecha a las prisas y muy mal(?).

CUANDO AMBOS MUNDOS SE CRUZAN

Ling-Ling no podía evitar sentirse incómoda ante la situación. Había perdido a las siamesas durante un ataque de los demonios a un poblado y ahora vagaba perdida entre los escombros del mismo, quemados y aún echando humo. Estaba preocupada, mucho, y no lograba siquiera sentir la energía de ninguna de las dos. Agachó las orejas algo preocupada y volvió a olisquear el terreno, con la cola bien alzada para estar atenta al viento y al ya inminente cambio meteorológico.

Entonces se le erizó el lomo, sintió una presencia desconocida y también muy poderosa rondando alrededor. Se agachó entre dos empedrados caídos y esperó a poder ver la forma de aquella presencia. Alzó las orejas con sorpresa al descubrir que no era más que otro gato, pero del mismo modo decidió quedarse donde estaba para evaluar un poco la situación. No le gustaban para nada los desconocidos, nunca le habían gustado.

Un gruñido grave a su espalda le hizo dar un maullido enfadado y saltar de su escondite para dar la cara a aquello. ¿Cómo se había movido tan rápido aquél gato negro que ahora la observaba con una media sonrisa? Él pareció estar satisfecho con su reacción y se acercó relamiéndose para demostrarle que iba en son de paz.

-Tranquila, sólo estoy buscando a alguien. ¿no habrás visto a una joven con una máscara y un peculiar olor a sopa de cebolla? -Ling-Ling se quedó algo pasmada, no había notado ningún olor como ese por ningún lado y no alcanzaba a saber con qué intención lo decía. Negó con la cabeza y se hizo hacia atrás un poco.- Tú también buscas a alguien ¿no?

-¿Por qué te interesa saberlo? 

Un ronroneo tranquilizador salió de él. Se sentó frente a ella y empezó a lamerse el pelaje mientras se explicaba.

-Una fuerza demoníaca ha invadido este lugar, como sabrás, y lo cierto es que he perdido sin querer a la chica que me acompañaba. No la encuentro por ningún sitio, tal vez haya atravesado algún portal espiritual o algo parecido. Espero que no se la hayan llevado lejos.

Ling-Ling empezó a tensarse. ¿Y si lo mismo había pasado con las siamesas? ¿Y si les pasaba algo mientras estaban atrapadas en donde quiera que estuviesen? No soportaría haberlas perdido. Sin decir nada más salió corriendo hacia cualquier sitio, pero de repente el gato negro estaba de nuevo frente a ella, con lo cual se detuvo antes de chocar inminentemente contra él, soltando un maullido lastimado.

-¿Quieres dejarme en paz?-el bufido que emanó de su garganta mientras se quejaba hizo que el otro simplemente retrocediese resignado.

-Solo he pensado que podríamos buscar juntos, pues creo que nuestros compañeros están perdidos en el mismo lugar, resguardados por el mismo ser maligno, sea cual sea, que los ha abducido a dios sabe donde.

Ella simplemente agachó las orejas y echó a andar, si tenían que ir juntos  no había remedio. Dejó caer la cabeza y la cola a modo de rendición.

-De acuerdo, ¿pero tienes alguna idea de a dónde pueden haber ido?

De nuevo aquella enigmática especie de sonrisa en el gato negro.

-Creo que puedo adivinarlo, pero voy a necesitar unas cosas antes. Por cierto ¿cómo te llamas?

-Antes creo que deberías decirme tú tu nombre.

-A mí puedes llamarme Key, aunque no es mi nombre.

Entonces ella fue la que dio una leve sonrisa ladeada, vaya con la ironía.

-Pues a mí llámame Lau, si no me dices tu nombre yo no pienso decirte el mio.

Y de este modo ambos felinos empezaron a caminar, aunque aún les quedaba mucho recorrido por andar si querían encontrar a sus respectivas amas. 

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Ok, de acuerdo, no fue mi mejor historia, ¡no se me ocurría absolutamente nada! Tenía que ser sincera. Así que estuve devanándome los sesos para que al final saliese algo, después decidí hacer la gran entrada para un posible rol futuro a partir de explicar la situación, no se si quede muy extraño o qué. Si quieren saber cómo termina puedo presionar a Valdred para que roleemos esto algún día y lo cuelgo aquí aunque advierto, sería una entrada bastante kilométrica(?). 

Añaskdhfañskdhfasñdfh creo que con esto me despido, nunca se me ha dado bien entregar cosas(?). Si quieren las imágenes en tamaño original pueden pedírmelas por los comentarios aunque yo esperaría a que estuviesen terminadas, a ordenador y con sus acabados pro(?). De nuevo me disculpo por ser tan mala anfitriona de concursos pero ¡prometo de verdad que el próximo será mejor! y y y, creo que ya, eso sería todo. Espero que les haya gustado, y de nuevo ¡¡¡muchas gracias a los que participaron!!! Valoré muchísimo que me enviaran las cosas, de verdad, ustedes son seguidores y lo demás son tonterias(?).

¡¡¡Hasta la próxima!!!

2 comentarios:

  1. Jejeje como siempre el Buen elfo me sorprende con sus creativos post y por supuesto originales personajes.

    Buena introduccion se nota que este cruze tiene mucho potencial y mucha tela de donde cortar si se le busca bien ^^

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  2. Caracoles, caracoles...¡Caracoles!
    *corre en círculos por todas partes*
    ;A; ¡Oh, oh! No me lo esperaba, sopita-chan, en verdad <3333 cuando me hablaste de gatitos ninja y las otras pistas, pensé que justamente habían ganado unos gatitos u otros personajes que no conocía.
    Ha sido una bella sorpresa. Te han quedado preciosas, yo no sé que decir...*rueda sobre sí mismo* gracias sería poco. Estoy encantado, y bueno...sabes que no exagero, sopita-chan~ Estoy sinceramente sorprendido y maravillado *U*
    Me hace sentir muy, muy feliz que mis pequeñas te hayan gustado, y que les hayas concedido la victoria. Al final hemos sido solo tres, pero no tengo duda de que los otros dos personajes son muy interesantes también, sería curioso conocerlos.
    No eres una mala anfitriona, ha sido un lindo concurso. Me tuviste corriendo por las paredes, impaciente y emocionado por ver los resultados y...¡Oh! Me inspiraste y me motivaste a hacer algo nuevo y diferente a lo usual. Y por eso, yo debería agradecerte mucho, de todo perver-corazón.
    Me gustó mucho la pequeña historia, yyyyyyy...¡Presioname para que la terminemos! Ha empezado genial, y seguro que nos quedará algo épico. Y kilométrico también >u<
    He guardado los bellos dibujos que has hecho, y esperaré a ver como te quedarán ya terminados (descuida, no te meteré prisa, las sopas deben calentarse a su tiempo, no puede uno comerlas frías ni hervirlas demasiado...es decir, oh...diablos, que mal suena esto XDDDDDD no me hagas caso), son tan...¡Ohhhh! No tengo palabras suficientes.
    Es algo tardecito, y me toca dormir ya, pero mañana te veré, sopita-chan~ tendré sueños muy dulces *w* gracias, realmente gracias. Has hecho brillar mi día y la sonrisa no se me quitará en semanas.
    Puntitas te quiere mucho, nunca lo olvides~~ ¡Nos veremos mañana! <3
    *y aunque era algo tarde, le pone su gorrito para dormir*

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